martes, 28 de agosto de 2007

La pregunta a un ciudadano: Metro de Caracas, motores ¿a máxima revolución?


Por: Alí Costas Manaure

Cuando hablamos de revolución, debemos asumir, que el ser revolucionario es un modo de vida. Ser revolucionario no es simplemente llamarse como tal.

Desde que uno asume la militancia revolucionaria debe asumir también que comienza a transformar los paradigmas “naturales” que siembra el sistema capitalista.

Unos de los productos de la dominación capitalista es el consumo, que por vía de los medios de comunicación y la publicidad, van profundizando. La publicidad suele utilizar mecanismos engañosos, los cuales buscan manipular los sentidos humanos para poder elevar la acumulación de capital. Utilizando diversos mecanismos psicológicos, sociológicos, antropológicos y de otras diversas ramas del análisis, la publicidad desarrolla una política de colmar todos los espacios para que “se llene todo vacio que la naturaleza o el hombre no allá podido atiborrar”.

Por ejemplo veamos lo que se escribe en la Revista Venezolana Producto (que defienden los intereses del capital), sobre la publicidad no convencional o la Publicidad BTL: Todo espacio es susceptible de ser usado para publicidad. Desde las escaleras de un centro comercial hasta el hielo que enfría el estrés del trabajo. Es una realidad por la que día a día los anunciantes buscan maneras para que sus marcas brinden experiencias a sus consumidores en los momentos clave. Las formas de acercarse al consumidor son tan variadas como dicta la imaginación.

Cada vez más, agencias y anunciantes buscan llegar a sus consumidores con mayor eficacia, en lugares innovadores y en momentos inesperados. Ya no basta con tener una alta frecuencia ni contar con el alcance que ofrecen los medios masivos. Es necesario estar en el momento justo, entregar el mensaje adecuado y usar la forma ideal para reforzar o, incluso, cambiar la decisión de percepción (y de compra) del público con respecto a una marca.

Por ello nació en la década de los 90 la publicidad below the line (bajo la línea o BTL, como comúnmente se abrevia), un término que define los esfuerzos comunicacionales los cuales se valen de medios y soportes creativos, alejados de los canales tradicionales del ATL (above the line o sobre la línea), como televisión, radio, vallas exteriores, periódicos y revistas.”

Y entonces cabe la pregunta ¿Por qué el titulo de este escrito?

Pues bien, desde hace ya unos 2 a 3 años atrás, el Metro de Caracas, ha venido haciendo unos estudios de venta de publicidad BTL ó Publicidad en espacios no convencionales. Somos un país que va en un proyecto de construcción de un camino hacia un sistema de producción y de vida Socialista; por lo tanto dentro de dicha construcción está la revisión de todas estas metodologías de ventas y más aún si se trata de una compañía perteneciente al Estado.

Hace unos años atrás, CANTV compro publicidad forrando los exteriores de los vagones del metro de caracas, poco tiempo duro esto. Supongo que en encuestas realizadas el rechazo fue masivo, ¿por qué? Pues obligas a la persona que se desplaza por esta vía de transporte, a ver una publicidad que quizás esta no desee observar. De igual manera, en la estación del metro de Chacao recuerdo haber visto los torniquetes de paso, forrados con viniles autoadhesivos con publicidad de la Mayonesa MAVESA. Asco daba pasar por allí porque no sabias si cuando pasases tu ropa se pudiese llenar de mayonesa.

Ahora en este tiempo que se habla de un nuevo metro de caracas, lo menos que se hubiese esperado es que dicha compañía retomase esta práctica tan neoliberal. Ahora quien forra los vagones no es CANTV, sino la bebida TANG y hasta la mismísima PDVSA.

De inmensa alegría fue ver, como decoraron la estación de Metro de Plaza Venezuela con paisajes y fauna venezolana, que le enseñaba al caraqueño como es su país más allá de su pequeña frontera. De inmensa tristeza también fue ver como sustituyeron imágenes de dicha fauna para colocar cartelones de cine norteamericano (Compañía CINEX) a un lado de nuestro jaguar.

El Metro de Caracas, si en realidad acompaña al proyecto de construcción de la sociedad Socialista, debe comenzar a cambiarse su mentalidad como empresa estatal. Las estaciones del metro deben comenzar a transformarse en espacios para el disfrute visual y no para la obligación esclavista de ver lo que el capitalista quiere que consumas.

Que alegría seria ver dentro de la estación del metro, en vez de una venta de Mc` donalds, una hermosa pintora de nuestro Gabriel Bracho, de Armando Reveron, Cesar Rengifo; o grandes citas de nuestros poetas o cantores, de Alí Primera, del Gordo Páez, de Andrés Eloy o hasta de Anibal o Aquiles Nazoa… Se trata de la batalla entre la Cultura Liberadora y la Anti-cultura explotadora.

Señores del Metro de Caracas, no queremos seguir siendo esclavos… suponemos que ustedes tampoco.

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