Erradicando el Latifundio construimos la Soberanía Alimentaria

Por Luis R Delgado J

Uno de los aspectos socio-económicos más relevantes del proyecto de Reforma Constitucional es la prohibición absoluta del Latifundio en el artículo 307. Esto es una exigencia popular postergada durante décadas y ya es hora que se le de cumplimiento.

Durante años esta perniciosa estructura agraria se ha reproducido y no ha podido ser erradicada, la Reforma Agraria de los 60 fue un rotundo fracaso, y a su vez hoy luego de 8 años de proceso bolivariano todavía es mucho lo que falta por resolver, pese a la existencia de una progresiva Ley de Tierras y la entrega de miles de hectáreas de terreno a campesinos desposeídos.

El latifundio es una herencia maldita de la estructura agraria colonial, es decir, es una forma de propiedad privada que hunde sus raíces en siglos de explotación de mano de obra campesina. En este sentido el latifundio es una estructura precapitalista, anacrónica, la cual desapareció hace décadas en buena parte de los países centrales del Sistema Capitalista Mundial, ni en EEUU, Francia o Inglaterra existe por lo tanto esta forma de propiedad improductiva en el campo, no se horroricen entonces esos terratenientes que creen que los que les viene es comunismo malvado, no, de lo que se trata es de modernizar las relaciones de propiedad en el campo venezolano cosa imposible en el marco capitalista dependiente, para hacerlo más productivo, para satisfacer las necesidades de miles de campesinos que fueron desplazados y algunas veces hasta asesinados por la defensa de sus pequeñas porciones de tierra imprescindibles para vivir y no ser empujados a los cinturones de miseria en las ciudades pobladas.

Hoy el Latifundio, es el principal enemigo a vencer para la construcción de la Soberanía Alimentaria condición sine qua non para éxito del proceso de Liberación Nacional y la consolidación del Socialismo. Este es un hecho de suma relevancia en estos momentos de escasez real y ficticia de alimentos, que ponen en entredicho las políticas gubernamentales vinculadas a la materia y a su vez evidencian la conspiración que adelantan los sectores privados del agro venezolano, representantes importantes de reacción contrarrevolucionaria. El latifundio es un obstáculo enorme para el desarrollo productivo del campo venezolano y en extensión de todos los países de la Periferia, por eso es impostergable su eliminación definitiva.

Ya con referencial al texto del artículo 307 quisiera resaltar y desglosar el último párrafo del mismo:

“Se confiscaran los fundos cuyos dueños o dueñas ejecuten en ellos actos irreparables de destrucción ambiental, los dediquen a la producción de sustancias psicotrópicas o estupefacientes o la trata de personas, o utilicen o permitan su utilización como espacios para la comisión de delitos contra la seguridad y defensa de la Nación”

En primer lugar este párrafo pondrá fin a las irresponsabilidades ambientales de muchos propietarios, que abusan bajo el pretexto de la propiedad privada del uso y explotación de diversos recursos naturales, tan sólo algunos ejemplos, este año una inundación que afecto a comunidades campesinas del estado Guarico fue producto de un represa improvisada hecha por un terrateniente inescrupuloso para garantizar agua en sus sembradíos, otro ejemplo es que en muchos latifundios en el estado Apure y otros son verdaderos paraísos sin ley para los cazadores, lo que implica que a cuenta de su propiedad matan animales cuya caza está prohibida, otros terratenientes con el uso abusivo de pesticidas y fertilizantes químicos están envenenando fuentes de agua dulce necesarias para la vida humana.

En segundo lugar, este importante párrafo va dirigido a golpear con contundencia el narcotráfico al plantear la expropiación inmediata de cualquier propiedad que el mismo tenga para la producción de las drogas, otro punto relacionado se refiere a la expropiación de propiedades donde se le de un trato inhumano a las personas, por ejemplo recientemente en haciendas de cultivo de caña de azúcar en el Brasil fueron rescatadas personas que eran sometidas a trabajo esclavo en pleno Siglo XXI.

En tercer lugar el párrafo aporta unos elementos importantes para la confiscación de varias propiedades que han sido adquiridos en el país en los últimos años para el refugio de paramilitares colombianos prestos a participar en acciones golpistas, y a su vez por ejemplo permitirá expropiar propiedades de forma expedita tal cual como tenían las Nuevas Tribus destinadas a la expoliación de recursos naturales en el sur del país.

Vemos entonces que el artículo 307 nos va permitir la erradicación de una de las estructuras más retardatarias del Tercer Mundo como lo es el Latifundio, lo cual va a conllevar la democratización de la propiedad de la tierra en el campo, será premisa de la construcción de la Soberanía Alimentaria, y va ser un punto más en la defensa de la Soberanía Nacional.