Por. Martha Caluki Durante siglos la construcción de una sociedad justa y equitativa ha sido la lucha de hombres y mujeres que han asumido la vanguardia de combatir un sistema inhumano como lo es el Capitalista.
La opresión descarada de quienes siempre en su locura han pretendido atribuirse la representación de Dioses en la tierra no recuerdan que las leyes del desarrollo histórico de las sociedades nos demuestran, que la esencia de todo ser humano es la rebelión contra lo injusto. Y más aún cuando acumula más de la mitad de la población mundial bajo una doble explotación representada por el sexo equívocamente concebido como "débil y sumiso": Las Mujeres.
Mientras más se intensifica el uso de la fuerza se agudiza y se acelera la toma de conciencia de género y de clase, las acciones para derrotar al enemigo histórico: Las Clases dominantes y explotadoras. La necesidad histórica de un cambio sustancial en nuestras relaciones humanas lleva consigo la concepción de asumir y respetar la autonomía de las mujeres pues no puede considerarse la transformación de la sociedad sin incorporar a aquellos sectores sociales marginados, por tanto debe reconocerse el legitimo derecho que tenemos de decidir sobre nuestro cuerpo y generar los mecanismos para el ejercicio del mismo.
El pasado 7 de Noviembre el senado Uruguayo con 18 votos a favor y 13 en contra aprobó un articulo del proyecto de Ley de salud sexual y reproductiva que despenaliza el Aborto durante las primeras 12 semanas de gestación ampliando las causantes a motivos socio-económicos, psicológicos y emocionales considerando que al decidir interrumpir un embarazo cual sea la causa, no representa algo deportivo para quienes la toman voluntariamente. Esto no significa solo una victoria para las uruguayas, pues se extiende a todas aquellas Mujeres que por carencias económicas se ven forzadas a recurrir a prácticas de abortos clandestinas e insalubres teniendo graves consecuencias físicas y psicológicas. Actualmente nuestro país se atraviesa por un proceso de liberación nacional donde se promueven cambios que atentan contra los intereses de la burguesía, la cual no cesa sus intentos de frenar todo avance que contribuya a mejorar la calidad de vida de las y los trabajadores. En tal sentido debemos aprovechar este momento e intensificar la lucha por nuestros derechos y detener las muertes evitables de nuestras compañeras y asumir la defensa de nuestra clase quien es la afectada de un mercado negro medico auspiciado por la derecha fascista que asesina a cientos de mujeres que no accediendo a una educación sexual, métodos de anticoncepción y mucho menos a un Aborto seguro ,nos agraden con argumentos idealistas, religiosos y nos imponen un realidad ajustada a sus intereses cuya premisa son muertes inocentes a cambio de dinero, explotación y lujo.
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